A
lo largo de este tema, hemos tratado el tema de la didáctica en general, es
decir, hemos visto cuáles son sus objetivos, sus componentes o su metodología
entre otros puntos, así como diferentes definiciones que autores como por
ejemplo, Benejam, dan a la didáctica. Algunas de las principales acepciones
para el término “didáctica”, son:
- “La
didáctica se ocupa del saber que se enseña” (Benejam, 2.002)
- “Es
la ciencia de los procesos de enseñanza”
- “El
aprendizaje en orden a la optimización de la formación intelectual”
En
lo referente a los componentes de la didáctica,
podemos encontrar al docente, al aula, o las estrategias metodológicas,
entre otros elementos. Sin embargo, debemos destacar la importancia que el
alumno o discente posee, puesto que es la parte fundamental de la didáctica. Es
el elemento en torno al cual gira todo el proceso y sin el cual, éste no se
podría dar.
Cuando ya tuvimos claros cuales eran los
puntos fundamentales de la didáctica como ciencia en general, pasamos a ver, de
forma breve, el papel de las didácticas especificas, las cuales surgieron para intentar responder a
los problemas de la enseñanza y del aprendizaje de contenidos concretos, debido
a la extensión de la cobertura.
Posteriormente, y
dejando zanjada la parte teórica del tema, pasamos a realizar un ejercicio
práctico. En este caso, consistía en realizar una rutina de pensamiento, basada
en el cono del aprendizaje de Edgar Dale.
Viendo la imagen del
cono a través de una presentación en power
point, el profesor nos planteó tres preguntas, que debíamos primeramente,
responder de forma individual, y en segundo lugar, realizar una puesta en común
con toda la clase. Estas tres preguntas fueron:
¿Qué veo? ¿Qué pienso sobre esto? ¿Qué me pregunto
sobre esto?
Y mis respuestas ante
dichas preguntas, y observando la imagen, fueron:
- En
esta imagen, se puede ver una pirámide donde se nos indica en qué medida
los alumnos recuerdan los contenidos adquiridos, dos semanas después de su
aprendizaje. Según este cono, los alumnos tan solo recuerdan un 10% de lo
que leen, y hasta un 90% de lo que dicen y hacen.
- Al
ver esta imagen, pienso que se debe tener en cuenta esta información a la
hora de diseñar las clases, dejando de lado las clases tradicionales,
basadas en la lectura del libro de texto. Se deberían plantear unas
clases, con una mayor participación del alumno, mediante la realización de
debates, trabajos o exposiciones.
- Sobre
esto, me pregunto por qué no se aplican estos modelos en la enseñanza,
haciendo mucha más participes y receptivos a los alumnos.
La
posterior puesta en común de las ideas de cada uno, fue una experiencia muy
interesante y enriquecedora, puesto que supuso ampliar nuestro punto de vista,
contemplando otras ideas, que tal vez, de forma individual, no se nos hubieran
ocurrido.
Personalmente,
considero que esta rutina de pensamiento es una muy buena actividad para
realizar con los alumnos, puesto que no solo amplía sus puntos de vista o sus
ideas, sino que además, despierta su sentido crítico, al ser capaces de valorar
las opiniones de los demás.
Al
finalizar el tema, realizamos de forma grupal la práctica del mismo. Fue una
actividad que desarrollamos tanto en clase como en clase, y que posteriormente
pusimos en común en la siguiente clase.
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